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jueves, 24 de febrero de 2011

IMAGINACION



Agonizan los suspiros
en mi boca
en la otra
palabras que gritan
se convierten en roca
pisotean
destruyen
y el eco las magnifica
poderoso.

Yo las convierto
gozoso
en un murmullo
huyendo
hacia otros mundos
otros caminos.

Laberintos intrincados
donde me pierdo
y puedo ser
volcán que arde
mar que se agita
fiera o tranquila
en flor o marchita.

Mi cara está mojada
pero no lloro, no,
no son lágrimas
es la lluvia que la acaricia.

Mi alma cabalga
al compás del viento
y a galope tendido
cruza el firmamento.

Y mientras vuelo
como ave en el cielo
por entre mis sueños
oigo desde arriba
apagado y lento
un portazo violento.

Mis ojos se clavan
en el azul del infinito
y se deslizan
entre algodones blancos
de las nubes que pintan
muñecos de nieve.

Mis manos hilvanan
entre hilos invisibles
figuras que me hablan
y a mis oídos llega
su murmullo
convertido en sinfonía.

No sé si es una canción
o la gran imaginación
que compone una melodía
y va forjando el corazón
de un poeta.

SUFRIMIENTO




Se desvanecen los momentos
en la noche callada y triste
que oscurece el dominio
de la mente que respira
en lo más hondo
en la caverna oscura
de la locura y del dolor.

Gastado cuerpo que se consume
envenenada su esencia
rancio ya su perfume
y deformes los rasgos.

Cansado letargo que no acudes
y en tu ausencia
la caída se acelera
en esa escalera de horror.

Apagaron su luz las estrellas
y el viento silbó su huella
entre los restos de la razón
despojando del último vestigio
a un gastado corazón.

viernes, 3 de julio de 2009

AÑORANZA



Sombras que languidecen
temblorosas,
olor a pétalos de rosas
distendidas.
Susurros de seres nocturnos
que caen
en el dulce letargo
de la inconsciencia.
¡Grita la noche!

Lecho vacío
de tu ausencia,
mas aún permanece
en la almohada
la huella de tu esencia.
La luz tenue
que penetra tímida
la ilumina.
¡Llora la luna!

Reloj que desgranas
las horas
de la madrugada,
insomnes.
¡Tu recuerdo, ahora, duele!

lunes, 1 de junio de 2009

ATRAPADA




Como cada noche
me buscas
sin pensar
si puedo o no estar
dispuesta

Es ya una obligación
darte la satisfacción
como respuesta.

Calladas sombras
son testigos
de silencios en mi alma
escondidos

Y todas las mañanas
seco la almohada
de lágrimas mojada.

Mis sentimientos
me devoran
mis pensamientos
se arrastran
hacia otro lugar.

Un ayer cercano
y a la vez distante
atrapa mi corazón
en cualquier instante.

Es mi castigo
seguir contigo
cabalgar juntos
por un camino
que no quise torcer.

Y cuando la razón
traspasa los límites
de la cordura
el presente se hace locura
atado a otra imagen
a otro anhelo
por el que aún muero
aunque tú no lo quieras ver.

sábado, 18 de abril de 2009

TU Y YO




Mi inquietud
no es tu inquietud.
Mis deseos
ya no son los tuyos.

Mi ímpetu
por explorar
todo lo que me rodea
para ti es risa
e ironía
porque piensas
que en mi vida
ya no cabe
ni el conocimiento.
ni la ciencia,
tampoco otra filosofía
que de ti, no venga.

Palabras y gestos…
a veces ni eso,
hay entre los dos.

Tú me dices
que yo vivo inmersa,
en mi mundo
de sueños.
Que no siento la cabeza
y que me duermo,
entre lo absurdo
e irreal.

Quieres ser dueño
no solo de mi cuerpo,
también de mi alma.
Dirigir mis pasos,
y establecer las reglas
pero a la medida,
de lo absoluto y cierto
de la tuya.

Crees que no acepto
que el pájaro de la juventud
ya voló
y quieres colocar en su lugar,
una marioneta,
para los hilos mover,
según tu forma,
sin saber,
que siempre existe
y existirá,
esa parte de mí
que tú ni nadie
conocerá jamás.

Y es en ese momento
a solas,
en ese recuerdo imborrable,
donde persigo,
mis ansias de vagar,
por caminos,
que nunca imaginarás
que sigo.

Somos como la noche
y el día.
Tú, todo reproche
y yo, melancolía.

Construimos juntos,
lo que debimos,
yo según tu instinto,
y tu deseo.

Pero ahora quiero manejar
mi propia historia,
no desde tu realidad,
sino desde mi memoria
y las ganas de libertad.

EL VIAJE



Esos ojos tuyos,
traspasando las barreras
de su color oscuro,
me muestran en su espejo
y a la deriva, pateras,
surcando las olas
de un embravecido mar
y en ellos veo el reflejo
de una lágrima rodar.

Atrapada
tu mirada en la mía,
doliéndome el brillo,
deslizándose por mi rabia
el sentir de tu destino

Empujada
al letargo del sueño
que veo en tus pupilas.
Arrastrando
el calor de una manta
pegada a tus rodillas.

Tus manos tiemblan
queriéndose cubrir
las doloridas piernas.
¡Qué largo el camino
que recorriste, pequeña!
¡Qué triste viaje!

Eres fuego,
devorándome las entrañas
y caigo en la oscuridad
de tu miedo,
sintiendo
sensaciones extrañas.

Y mientras tú callas,
yo me hundo en las tinieblas
de tu pozo de ilusiones.
Ahogándome
en ese abismo de horrores.

Avergonzándome
al pertenecer a este mundo
donde tú no tienes ¡nada!
y a otros en cambio les sobra
¡frialdad en sus corazones!.
Quisiera abrazarte
Pero mis pies
se detienen
Porque me siento culpable

Dos preguntas me hieren
¿Qué hizo tu país
para evitarte el venir?
¿Qué hace el mío
para no dejarte ir?

jueves, 16 de abril de 2009

RECUERDOS




Arrebatada,
por la brisa de tu boca.
Tus besos me dieron la vida
curaron mis heridas
y me hundieron
en el embeleso
de nuestra pasión loca
abrasándome en su fuego.

Pasaron las horas
desgranándose en caricias
en el reloj
de nuestro deseo
que hoy son
de entre mis recuerdos,
delicias
restos apenas de cenizas
que a un soplo del aire
¡se reavivan!

Tus manos fueron
expertas buscadoras
de tesoros escondidos.
Tus labios
se abrieron paso
por intrincados caminos
buscando apagar
la sed de nuestros sentidos
y calmar también,
el hambre que
el uno del otro sentíamos.

Tu te deslizabas
suave y dulce
robándome
hasta el último aliento.
Y hundiéndonos
en la locura
de nuestros pensamientos
nos fundimos
¡los dos en uno!

Sentimos fluir
la electricidad.
Fuimos canales abiertos
hilos conductores sedientos
en la oscuridad
de nuestras vidas.

Miramos juntos
un horizonte iluso
y se abrazaron en él
las ansias.

Traspasamos los límites,
arrancamos las barreras
y en nuestra ceguera
construimos
un irreal castillo
donde tu eras
¡el hombre ideal!

Yo, tu princesa,
vestida de gasas y tules
bailando al compás
de la música celestial
de aquella danza

Mas cuando dieron
las 12 en el reloj
el encanto se esfumó
y cada cual
a su mundo real
¡regresó!

Sin embargo,
cuando llega la noche
y se enciende la luna
y aunque estemos
separados en la distancia
por cordilleras y montañas
nuestros pensamientos
traspasan las fronteras
y se abrazan de nuevo
en ese momento
y en el mismo camino
de ¡aquella magia!.