viernes, 11 de febrero de 2011

jueves, 10 de febrero de 2011

LA MASCARA DE MI SOLEDAD




En la oscura sombra
alargada,
casi infinita
que sobre mí se cierne

En esa grieta
sombría,
quieta,
oculto mi gran secreto

Este amor profundo,
desmedido y sin fin,
que ahora sepulto

Desgarro mis pensamientos
en hilos invisibles
donde dolor y sufrimiento
ya no son posibles

Las rocas del olvido,
ese tiempo sin sonidos,
indiferente y frío,
yacen ante mí

En la oscura piedra
se dibuja
como por arte de magia,
la máscara de mi soledad

Mi piel se funde
y esa capa dura y prieta
ahora lleva mi cara
que en ella se hunde

Guardián de sueños locos
vigía de un amor que naufraga
así mis ojos ya no te verán

Ya puedo alzar mi mano
en un adiós sin retorno
ni vuelta atrás.

lunes, 1 de noviembre de 2010

PERSEGUIRE




Perseguiré tus sueños
perdido en los caminos
seré algún día tu dueño
¡así está escrito en nuestro destino!

Mis pies tendrán alas
para poder volar lejos
seguiré ese mudo reflejo
iré más rápido que las balas.

Pondré todo mi esmero
mi tesón y mi voluntad
para ser el primero.

Y mientras tanto amor, en el aire
un castillo construiré
para que no llegue antes que yo, nadie.

martes, 12 de octubre de 2010

sábado, 9 de octubre de 2010

¡¡AMIGA!!



Amiga …
te fuiste
montada en un corcel negro
atravesaste
la oscuridad de la noche
los campos grises.
¡qué tristeza sin tí!

Ya estás en la otra orilla
mi sol ya no brilla
y nubes cargadas de lluvia
se arrastran hacia mí.

Amiga …
consuelo de mis penas
consejos hasta rayar el alba
tú siempre estabas
abriéndome el alma.

Tus palabras
cargadas de esperanzas
de cariño, tus reproches
de paciencia ante el derroche
de mi imaginación
se quedaron calladas.

Musitando tan solo
un adiós
que llega a mis oídos
vestido con la dulzura
de tu voz

Y mi rencor y mi rabia
se queman en la hoguera
de la desesperación
¡no es justo que te fueras,
no, aún no!

Sé que allá escondido
entre campos de lirios
estará tu corazón
tus sueños, tus delirios
ya tienen otro dueño
con o sin razón.

Y ese mar que tanto adorabas
orgulloso de que su nombre llevaras
me trae la dulce canción
de tu entereza y tus ganas
“sé que podéis”, “sé que lo hareis”.

Amiga…
ahora tu mar es mi mar
a través de mis lágrimas te busco
entre sus olas
y en la arena
escribo una y otra vez
aquella frase que dijiste una vez
¡aunque me vaya
jamás estarás sola!

Dedicado a Zaidena, Mar, amiga del alma.
02/09/2010
Hoy al fin pude llorar.

lunes, 30 de agosto de 2010

EL ABISMO



Se encontraba al borde del abismo. Miró hacia abajo. No alcanzaba a ver el fondo. Sacó un cigarrillo. Cuando iba a prenderlo, su hijo apareció como por arte de magia:
- ¡No, papa, por favor!
El niño tropezó y aquella negrura infinita lo absorbió rápidamente. Miguel pudo atrapar sus rizos en un desesperado intento por evitar su caída pero cuando miró de nuevo, éstos habían quedado prendidos entre sus manos. ¡Ya no veía al niño!
Sin pensarlo dos veces se lanzó al vacío para rescatarlo. En su caída veía a su hijo multiplicarse miles de veces. Las paredes eran espejos y en ellos se reflejaba la luz en intensos colores. Veía a su hijo de nuevo. El niño era a la vez rojo y violeta, amarillo y verde, azul y negro. El iba golpeándolos todos con sus manos, sin importarle el dolor, tratando de encontrarlo. Las manos se le iban desgarrando junto con su ropa. Recordó que el dolor tenía su propio color, el negro. Desesperado, rompió con los nudillos ese cristal y de nuevo la oscuridad atrapó la luz pero antes pudo coger a su hijo entre sus brazos. Ahora caían juntos en una vertiginosa carrera hacia ninguna parte.
Gritó con todas sus fuerzas hasta que se despertó.
¡Era una pesadilla!, pero a pesar de tener los ojos abiertos todo le parecía tan real.
Sintió el calor de aquel pequeño cuerpo a su lado y se pegó aún más a él. Dormía plácidamente y en su boca se dibujaba una sonrisa.
Ahora sentía fuerzas. Lucharía por ese niño de sonrisa triste y palabras maduras.

miércoles, 25 de agosto de 2010

EL ESPEJO



En este instante
en que me miro al espejo
me siento confundida.

Reflejada en él
soy pequeña
e insignificante.

Mi alma y mi cuerpo
sin espacios
que los separen.

Me pierdo
en los entresijos
de la mente
que ya desvaría
sorprendida
temerosa
asustada.

Son solo cristales
que me envían
una imagen
¡que no es la mía!