Sé que en mi amargura
hoy traspasé
el límite de la cordura
y avancé
hacia la locurade mi abandono.
Estoy aquí escondido
en un túnel apartado,
en la miseria perdido,
y en el fuego atrapado
de las ansias
que me queman las entrañas.
Arrastrado
por la sustancia
que corre por mi sangre
entrando despacio.
Pierdo el hambre
y el cansancio…
Y mientras me hundo
en el abismo de la droga
la realidad de mi mundo
en mis pensamientos, se evapora.
Se alejan las horas
y aparecen las sombras
que silenciosas me rodean.
Viene la inconciencia
y entre sus dulces brazos
muere mi débil rechazo.
Unos ojos negros
me persiguen,
una carita redonda
que me hiere
allá donde voy, me sigue.
No sé si vuelvo o no
hacia la verdad,
o aún estoy
en un imposible sueño
por descifrar.
Nunca fui
de mi vida el dueño,
siempre me sometí
a la esclavitud de una dosis
y a pesar de los reproches
de mi conciencia
al despertar
de ese largo viaje
siempre me paraliza
la gran ausencia
de días y noches.
Siento en mi interior
una gran desdicha.
Miro al pasado y quiero
de un trazo borrarlo,
pero me duele el alma
al no lograrlo.
Enemigo cruel
¿qué hiciste conmigo?
aparté de mi camino
familiares y amigos.
¡Todo se fue!
Y esta soledad que arrasa
todo lo que toca.
Y se mueren los deseos
al cruzar esa delgada línea
que todo lo trastoca,
que me engaña.
Entre mi presente y futuro
ya no hay distancias.
Y no tengo nada seguro
de si aquí me quedo
o quizás me vaya.
Poco a poco
los ojos se cierran
y me adentro en el pozo
de esta cruel guerra.
¿Me estaré volviendo loco?
o ¿sólo estoy ciego?
Quizás si mañana puedo..lo dejo.
No sé…puede ser …
la oscuridad ha vuelto
¡Ya no puedo pensar!
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