Susurros que se convierten en roces que se deslizan hacia todo aquel que los desee oir. Voces que se arrastran profundas y se transforman en gritos ahogándose en la rabia e impotencia del que nada puede cambiar. Juntos cabalgan hacia la lejanía de un horizonte sin fin.
miércoles, 25 de agosto de 2010
EL ESPEJO
En este instante
en que me miro al espejo
me siento confundida.
Reflejada en él
soy pequeña
e insignificante.
Mi alma y mi cuerpo
sin espacios
que los separen.
Me pierdo
en los entresijos
de la mente
que ya desvaría
sorprendida
temerosa
asustada.
Son solo cristales
que me envían
una imagen
¡que no es la mía!
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2 comentarios:
Muy lindo tus poemas, Saludos
Gracias anónimo... Un abrazo.
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