Susurros que se convierten en roces que se deslizan hacia todo aquel que los desee oir. Voces que se arrastran profundas y se transforman en gritos ahogándose en la rabia e impotencia del que nada puede cambiar. Juntos cabalgan hacia la lejanía de un horizonte sin fin.
viernes, 27 de noviembre de 2009
EL OTOÑO EN MI PIEL
Los árboles
se desvisten
caen sus hojas.
Amarillas y marrones
en mullidas formas,
suave manto
de colores.
La tierra
pierde la humedad
que la protege
y se resquebraja
abriéndose
a un otoño lánguido
que la hiere.
También mi piel
sufre los estragos
del tiempo
que la traspasa.
Se deteriora.
Tus manos jóvenes
buscarán la tersura
queriendo deslizarse
por suaves dunas
que la acaricien.
No surcos y arrugas
que las retiene
apagando el deseo
que las mueve.
Tú dices
que amas mi cuerpo
a través del alma.
Que tus ojos
no ven defectos
y que en ella
las estaciones
no dejarán huella.
Que tú no ves
ni surcos ni grietas,
ni hendiduras,
ni cicatrices,
ni arrugas.
Solo belleza.
Sin embargo yo
cuando me sumerjo
en el mar azul
de tus pupilas
y veo tu deseo.
tus ansias y tu locura..
Siento la amargura
de que haya llegado
el otoño a mi piel
aunque tú….
¡Tú no lo quieras ver!
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2 comentarios:
Hola Mª Ascensión, te he dejado un pequeño regalo de lotería de navidad en mi blog.
Besos
Fernando
Ah... ¡qué ilusión amigo!... ¡gracias! me alegra mucho verte por aquí. Un abrazo y voy a ver enseguidita.
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