Susurros que se convierten en roces que se deslizan hacia todo aquel que los desee oir. Voces que se arrastran profundas y se transforman en gritos ahogándose en la rabia e impotencia del que nada puede cambiar. Juntos cabalgan hacia la lejanía de un horizonte sin fin.
lunes, 28 de septiembre de 2009
DEJARE
Dejaré que la palabra escale
el muro de tus lamentos
haré que se calle
para que no sea tu tormento.
En los ojos pondré un tupido velo
para que no puedan mirarte
y así no habrán de retenerte
mis lágrimas de desconsuelo
Pondré todo mi empeño
mi tesón, mi voluntad y mi fuerza
para que no te conviertas en mi dueño
Cerraré con llave, del corazón, la puerta
borraré uno a uno tus recuerdos
hasta que quede el alma desierta.
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